Hola! Aquí estamos de nuevo. En nuestra carta anterior, les contamos cómo empezamos el tema de la pandemia sin embargo para ese tiempo no sabíamos que este virus iba a durar tanto y tuvimos que hacer muchos cambios en planes, actividades, reuniones, etc.
Pero antes, quisiéramos compartirles un versículo que nos sustentó todo el año 2020:
"Pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios" Hechos 20:24
INICIOS DE LA PANDEMIA
Después que anunciaron las restricciones y el toque de queda todo el Ecuador se paralizó y comenzamos a vivir una nueva etapa, algo desconocido para nuestra cultura: "el teletrabajo, permanecer en casa, la mascarilla y el gel antibacterial y/o alcohol". La empresa donde Jean labora tomó la decisión obligada de cerrar sus puertas y todos sus miembros tomaron un receso hasta "segunda orden". Fue un tiempo de incertidumbre para nosotros como recién casados pues empezábamos a adaptarnos como familia y definir las cuestiones de casa (roles, administración del tiempo, actividades juntos, etc.).
Durante ese tiempo, nuestra agencia misionera formó una cadena de oración y eso definitivamente marcó la diferencia. A pesar de que recibíamos mil y una petición de oración por amigos, familiares, hermanos en la fe que batallaban con el covid-19, nuestra confianza en Dios no desfalleció. Sabíamos que no habría forma de recibir nuestros ingresos y que en alguna manera faltaría el alimento. Eso, tal vez, pudo habernos quitado la paz sin embargo, Dios obró de manera milagrosa y puedo testificar que nuestra refrigeradora estuvo más llena que nunca. Sin pedir a nadie, Dios envió personas que nos bendijeron de muchas formas. Dios proveyó mientras orábamos por los enfermos y los desconsolados. ¡Oh cuán grande eres Yavhé!
Para nosotros como nueva pareja ha sido dura la adaptación a esta nueva vida con pandemia incluída. A inicios de año, en Enero, decidimos emprender de manera artesanal. Jean y yo nos pusimos a confeccionar zapatillas y sandalias para hombre y mujer pero la emergencia sanitaria nos obligó a parar y así en el proceso de todo esto, estamos aprendiendo a guardar nuestros bolígrafos que se apuraban por escribir nuestra historia para que Dios sea quien la escriba a su manera y en su tiempo.
En el taller confeccionando las zapatillas
FE+PACIENCIA+CONFIANZA esto es lo que hemos aprendido en el 2020 y seguimos aprendiendo en el camino.
NUESTRO LLAMADO MISIONERO
Comunicar nuestro deseo de ir a Madagascar ha sido un poco complicado. Las restricciones y el no poder visitar físicamente las iglesias hizo que todo el Ecuador incursionara en la plataforma zoom. Hemos aprovechado esta herramienta para poder visitar virtualmente las iglesias. Nos hemos reunido con grupos de jóvenes, con adultos, con mujeres a fin de involucrar a la iglesia ecuatoriana en un despertar misionero.
A finales de Noviembre organizamos un "te malgache", compartimos acerca de la forma de vida y el rol de la mujer en la sociedad malgache y así los receptores pudieran identificarse y, al mismo tiempo, al conocer la necesidad de las mujeres en Madagascar puedan orar, rogar, pedir a Dios por más obreros para que el Evangelio llegue a ellas y a todos en Madagascar.
En el te malgache
Hemos clamado día y noche al Señor para que nos de la oportunidad de dar a conocer nuestro llamado a la iglesia en la que servimos. Anhelamos fervientemente disponer nuestras vidas para servirle al Señor en el campo misionero.
Cuando creíamos que las cosas permanecían igual con el tema de las restricciones por la pandemia, tuvimos la bendición de ser invitados por nuestro Pastor al culto misionero en donde Dios nos respondió y la oportunidad que tanto esperábamos para hablar de nuestro proyecto llegó ese día.
La entrevista acerca de nuestro llamado al campo se dio al inicio del culto y ante ciento de personas que estaban ahí. Nos presentaron como misioneros en proceso de salir al Africa. La iglesia se comprometió con nosotros. Dios siempre nos sorprende y sobre todo El es fiel porque El mismo fue quien nos llamó. Ahora seguimos hablando y comunicando lo que Dios nos ha pedido hacer en tierras malgaches pero aún necesitamos levantar personas que se involucren con sus oraciones y finanzas.
Con la ayuda de Dios, hemos levantado el 20% de nuestro presupuesto mensual, aún necesitamos de hombres y mujeres que se comprometan a ir con nosotros a Madagascar a través de sus oraciones fervientes y con la contribución que nos permitirá estar allá lo más pronto.
TIEMPO DE APRENDER DEL MAESTRO
Podemos resumir que este año ha sido de mucho aprendizaje, de valentía y de espera. Nos ha tocado llorar delante de Dios, pero también hemos disfrutado con gozo las bendiciones de nuestro buen Padre.
Otro valor importante que hemos aprendido es ser humildes, esperar que Dios nos exalte en su tiempo ya que El será glorificado así y no nosotros mismos buscar gloria ni reconocimiento.
Puedo mencionar muchas cosas que hemos aprendido o profundizado más aún, pero quiero dejarles esta última virtud a la cual nos hemos aferrado: DARLE EL CONTROL A DIOS. Mientras más lo buscamos a El, nos damos cuenta que TODO es de El y para El, así que es mejor dejar que El haga lo que desee hacer en nosotros. Al final, ni nosotros mismos nos pertenecemos sino que somos de El.
TIEMPO DE NAVIDAD Y FIN DE AÑO, TIEMPO EN FAMILIA
Y así terminamos este año que ha sido diferente y un poco difícil para nosotros pero siempre con la confianza de que Dios nos guía en todo nuestro caminar.
En la casa de mi mami junto con mis primos y tíos
En la sesión de fotos con mis mamitas
ORA POR:
- Nuestro matrimonio y los cambios que hemos atravesado. Que nos fortalezcamos más en El y en el poder de su fuerza.
- Salud espiritual y emocional para estar firmes en todo lo que Dios nos ha pedido hacer.
- Más personas que se sumen a este proyecto desde ahora para saber con quienes contamos en la preciosa obra del Señor.
- Que las personas entiendan que no es "el proyecto de Jean & Diana" sino la viña a la que Dios nos ha encomendado a ir para que el Evangelio se extienda a los menos alcanzados con Su Palabra.
- Por la mami de Jean, Doña Bertha, que después de la partida de su esposo (papá de Jean) ha quedado sola en Haití. También orar por salud y provisión para ella.
- Por mis papás, para que poco a poco puedan entender la decisión que Jean y yo hemos tomado de retornar al campo misionero.
