GRUPOS PEQUEñOS DAN GRANDES FRUTOS EN MI VIDA
Me da gusto
que Dios siempre prepara personas, momentos y lugares para mí. Desde Septiembre
me vengo reuniendo con un grupo de personas que aman el inglés y hace años
ellos han formado lo que hoy se llama “Home Church”.
Este grupo me recuerda
mucho a esas reuniones de todos los lunes con mis compañeras de milicia que en
mi segundo año se fueron agregando mientras estuve en Madagascar, solíamos
reunirnos para meditar acerca de la Palabra de Dios y también compartíamos nuestras
peticiones de oración.
COSAS QUE OLVIDE CONTAR
Creo que no
les había comentado pero en Septiembre me fui a Loja para un entrenamiento de
Oralidad, que básicamente trata de cómo compartir las Buenas Nuevas a un grupo
étnico que puede ser no alfabetizado o que simplemente guardan tradiciones
orales y es de esta forma en que pasan sus costumbres, historia y cultura a
otras generaciones, en otras palabras no usan la escritura en papel,
libros o textos para aprender algo. Fue de mucha ayuda ir a este curso ya que
se reafirmaron mis bases las cuales aprendí en Madagascar ya que con las
mujeres hice este tipo de trabajo con historias bíblicas. Además, también
conocí a un grupo de misioneros de SIM (americanos, alemanes y ecuatorianos)
que están trabajando en esta ciudad que es considerada cerrada al Evangelio
aquí en Ecuador por tener muchas raíces fuertes del Catolicismo.
VISITAS DESDE OTRA PARTE DE GUAYAQUIL
También he
tenido visitas de otros lugares como Milagro y Ventanas. En Noviembre recibí a
dos lindas hermanas en la fe que me visitaron e hicimos ceviche de pescado y
mixto. Mmm les quedó super rico, disfruté ese momento con ellas, pero claro fue
un poco complicado pero lleno de emoción hacer las compras en la Caraguay con
ellas así que las recogí en el terminal de buses y nos fuimos directamente para
el mercado a comprar todos los ingredientes para el suculento ceviche.
Fanny y July, amigas extranjeras visitándome para comer ceviche
CIERRE DE AñO
Diciembre
fue un mes de muchas actividades, tuve la oportunidad de abrir este mes con un
viaje de entrenamiento en Brasil que fue toda una bendición. Una semana intensa
para conocer el trabajo de una organización que tiene equipos internacionales
en Madagascar.
Fue una locura, todo tan rápido que por un momento pensé era
imposible asistir a este entrenamiento, en todo caso Dios proveyó todo lo
necesario y me recordaba el pasaje de Lucas 10 cuando Jesús envía a sus discípulos
a extender las Buenas Nuevas pero les advierte que no lleven nada… Wow!! Nada
de nada… y literalmente no tenía nada de nada en los
bolsillos para poder pagar un ticket de avión, alojamiento, movilización,
comida, etc y etc.
Pero para Dios no hay nada imposible. En este entrenamiento
pude conocer a otros candidatos a misioneros de esta organización que se están
preparando para salir, casi todos brasileños y habían de todo: las solteras,
los casados y los con hijos. ¡Qué hermoso conocerlos! Saber que ellos están en
la misma situación que yo estoy, creyendo al Señor por los milagros que hará,
confiando en que El es dueño de los tiempos y de todo el universo.
Pude ver el
amor de estos compañeros míos por llevar la Palabra de Salvación a estos
lugares. Y pensaba: hoy los veo aquí pero después de unos meses o años todos
estaremos dispersados por el mundo por una misma causa que nos mueve: los
pueblos menos alcanzados. ¡Qué privilegio Dios mío!
Mientras
estuve en el entrenamiento me tocó compartir la habitación con dos chicas
hermosas. A una de ellas podía, claramente, entender su portugués mientras que
con la otra me era un tanto más difícil. Traté de hablar con ella en Inglés (y
a la vez con ambas) para poder tener esa comunión pero una de ellas no lograba
hablar inglés y mi otra amiga algo por ahí le salía.
Así que, con mi amiga que
se entendía el portugués seguí respondiendo en español y cuando buscaba una
solución para mi otra amiga ella me preguntó: ¿sabes francés? A lo cual
respondí ¡Sí! (con una sonrisa de oreja a oreja), miren cuán bello es Dios que
ya me estaba preparando con el grupo en francés para este encuentro en Brasil.
Sucede que mi amiga trabaja con refugiados Senegaleses quienes hay un montón en
el sur de Brasil. Ella se comunica todo el tiempo con ellos en francés, y su
sueño es poder ir a África nuevamente ya que ya estuvo en Senegal por dos años.
¡Ay si Dios me diese la bendición de encontrar malgaches en mi país para poder
hablarles de Jesús! Pero estoy confiada en que volveré.
Francés, Portugués, Español... jajaja mucha riqueza cultural
Mientras
estuve en Londrina-Brasil después del entrenamiento, me hospedé con una familia
de misioneros que habían estado en Kenia por 14 años y que habían regresado a
Brasil en el 2015 por causa fortuita.
Dios me bendijo muchísimo con Tina, ella fue una verdadera amiga para mí, hablamos muchísimo de su
experiencia de vida en Kenia, los milagros que Dios había obrado en ella y un
sin número de cosas por las cuales Dios merece toda honra y adoración. Me
sentía como sentada a los pies de Gamaliel jajaja aprendí tanto en tan poco
tiempo, no abrí mi boca para nada porque no quería interrumpir a Dios
hablándome a través de Tina.
Con la familia Matioli: Ricardo y Tina
Por otro lado, aquí en Ecuador, Impacto Mundial organizó una vigilia para orar por la iglesia perseguida y los misioneros alrededor del mundo. Fue una noche muy hermosa llena de alabanzas y oración por los hermanos.
Estuve dirigiendo el grupo de los pueblos con acceso restringido, dando a conocer los índices de persecución, religión principal, etnias, etc.
«Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos»
Apocalipsis 11:15
Vigilia de fin de año por la iglesia perseguida
Orando por los líderes del bloque musulmán a fin de que Dios cambie sus corazones
NAVIDAD Y FIN DE AñO
La navidad fue un tiempo para pasar con mi familia y recordar también esos 2 años que pasé en Madagascar con mis amigas malgaches. Fue muy diferente pasar Navidad aquí en Ecuador, me sentí extraña en el sentido de que en Madagascar no celebran Navidad, solo van a la iglesia en la mañana pero en realidad la gente no sabe ni qué celebran, es sólo una costumbre. Por el contrario, para los cristianos sí tiene mucho significado.
Lo que me encantaba era que siempre nos reuníamos para conversar con las familias y hablar de Cristo, ellos en realidad tienen una sed de escuchar cada palabra.
No quiero caer en la crítica pero si bien es cierto la gente de Madagascar está falta de conocimiento de la Palabra y por eso vive en oscuridad, en cambio aquí nosotros tenemos mucho conocimiento pero se vuelve una religiosidad y hasta perdemos el sentido de lo que es la verdadera navidad o natividad del Salvador del mundo.
En mi casa no faltó comida, las risas, las ropas nuevas pero me sentí un poco incómoda con esto. En verdad me siento privilegiada de que Dios me haya llevado a Madagascar y haya trabajado en mí para poder ver lo que es verdaderamente importante, para poder menguar de aquella Diana que debe morir cada día para que Cristo reine más y más.
«No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús»
Filipenses 3:12-14
AGRADECIMIENTO
No tengo palabras para agradecerle a Dios cuán bien le hace a mi alma. Puedo resumir que empecé el 2018 con un poco de flaqueza, con miedos y más desafíos pero siempre estuvo en mí Su Palabra para darme esa fuerza y ese valor para aceptar, abrazar la voluntad de mi Padre. Hasta hoy puedo decir: Dios ha sido fiel y he podido ver su misericordia cada día a pesar de mis debilidades y desaciertos. El es bueno, me ama tal y como soy pero me enseñó que quiere más de mí. Gracias Señor, una vez más GRACIAS!
ORA POR:
- Las nuevas metas que me he propuesto para el 2019.
- Por el sustento económico, pues no es fácil vivir sin ingresos pero sólo agradecer a Dios porque los tiempos y las circunstancias son de El.
- Por el comienzo de un grupo de oración y discipulado que tengo en mi corazón llevar.
- Por mi familia, mi abuela, mi madre y padre que ya son personas mayores.
- Por mi salud física, espiritual, emocional.
- Por el trabajo en conjunto con mi organización Impacto Mundial.