jueves, mayo 11, 2017

MAR-ABR17: Carta de noticias: El mismo Dios de ayer está obrando hoy


Veo hacia atrás en el tiempo y me doy cuenta que no soy la misma persona que llegó a Madagascar hace 9 meses, ni siquiera soy la misma desde que hice mi entrenamiento en Quito luego de renunciar a mi trabajo a finales del 2015. Dios ha cambiado mi manera de ver a las personas, de ver el mundo, pero lo más importante es que Dios ha cambiado la manera en que lo veía a Él. Siempre he dicho “Dios es grande, poderoso, bueno, misericordioso…”, etc., etc. Y está muy bien dicho porque Dios lo es, Él es todo eso pero aún las palabras para describirlo quedan cortas y limitan quien realmente es Él.

En toda esta aventura que comencé al salir de casa, he podido experimentar su amor y su perfección. Cuando recién inicié esta carrera en el 2016 mis días eran un sube y baja. Unos días me alegraba en la hermosura de su santidad, otros días peleaba con mis emociones acerca de lo irracional que me parecía haberlo dejado todo. Terminaba agotada mentalmente preguntándome una y otra vez ¿por qué lo hice? ¿Vale la pena? Y esto NO significa que estaba arrepentida de haber dicho “sí” al llamado que Dios me había hecho desde el 2005, pues durante todo este tiempo hasta ahora todas las cosas me han llevado hacia el camino que Él había preparado para mí: servir en Madagascar. Las respuestas a mis preguntas eran un anhelo de sentir y vivir, desde lo más profundo de mi ser, el dolor de ver a un ser humano sin Jesucristo, la compasión de saber que comunidades enteras no han escuchado acerca de este Salvador que da vida en abundancia, el verdadero amor por personas que no conoces que hace que en tu mente retumbe ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?

Esta es mi forma de ver a Dios ahora: Él no cambia, su esencia es amor y la salvación de los perdidos su mayor anhelo, y para eso me trajo aquí a Madagascar para compartir con otros la salvación que un día también me fue compartida a mí. Ya no hay más preguntas que agotan mi mente, ahora cada día me digo: ¿Quién es la próxima persona a quien le pueda hablar de Jesús? ¿Cómo mejoro mi malgache para poder compartir a Jesús en el idioma de sus corazones?

NUEVOS RETOS, CAMBIOS… PERO TODO BAJO EL CONTROL DIOS

He estado aprendiendo el idioma malgache con un nuevo programa del cual también soy la primera en probarlo. Comenzar este programa me ha dado la oportunidad de aprender de manera masiva mientras vives el idioma, lo cual es algo completamente diferente a un salón de clases. Por otro lado, en el proceso hemos venido adaptando las reglas del programa, analizando lo que puede ser viable y lo que no. 

He experimentado algunos cambios pues tanto mis ayudantes de idioma (el programa llama así a los maestros) como yo, hemos venido aprendiendo en el proceso cómo hacer que el programa funcione en su máxima expresión. Sentimientos de alegría, emoción, frustración y desencanto he experimentado dentro de los términos normales pero con la ayuda de Dios, el Maestro de maestros, he podido sacar el mejor provecho.





PEQUEÑOS FRUTOS EN UN AMPLIO CAMPO PARA SEMBRAR

La semilla ha sido regada en varios suelos, que con la ayuda del Señor y dedicación, darán frutos a su tiempo. Como muchos de ustedes ya saben, pues lo he comentado en mis actualizaciones anteriores, estoy compartiendo las Buenas Nuevas con algunos grupos de personas: estudiantes, amigas y señoras. Estas personas son a quienes he venido dando seguimiento y en quienes estoy invirtiendo gran parte de mi tiempo.


A inicios de Abril, la señora a quien he llamado “C” y con quien me reunía cada viernes para contar las historias de Jesús, llegó hacia mí y me dijo “quiero ser bautizada”. Ese día fue un regocijo para mi alma ya que yo estaba esperando que uno de esos Viernes ella dijera que quería recibir a Jesús como Salvador pero Dios había preparado para ella el kit completo. Ella fue convencida por el Espíritu Santo de entregar su vida y bautizarse. Lo más hermoso y que conmovió mi corazón fue el día de su bautizo, saliendo de las aguas ella levantó sus brazos al cielo en señal de victoria. Yo no podía contener las lágrimas al ver cómo Dios había traído luz a su vida derribando toda tiniebla del enemigo. 






A la semana siguiente de este evento, una de las chicas con quienes me reuno los sábados “T” escuchaba atentamente cuando le explicaba acerca de por qué Cristo llegó a esta tierra, el objetivo de su muerte y que Él regresará por segunda vez y que un día estaremos con Él por siempre. Al final me dijo “yo quiero estar con Él por siempre” y fue tanta la sorpresa para mí que tuve dificultad al preguntar “¿estás listas para recibirlo en tu corazón?”. Ese día la abracé y le dije “bienvenida a esta dulce vida con Jesús”. Te pido que ores para que el dueño de la semilla haga que ésta cosecha rinda “treinta, sesenta y hasta cien veces más de lo que se había sembrado” (Mateo 13:8)

 
COMPARTIENDO EN EL IDIOMA DEL CORAZÓN

¡Qué alegría me dio al comenzar a compartir historias de la Biblia en malgache! En estos meses había venido compartiendo en inglés (al menos con las personas que lo manejan), y al principio creí que tal vez no era tan urgente hacerlo en malgache. Pero el corazón me saltó de emoción cuando hace un mes el Espíritu Santo me dirigió a contar la historia de Zaqueo a una señora que vende café cerca de mi casa. Fui con mi ayudante de idioma a tomar café porque ese día la clase empezaba tempranito y queríamos desayunar. Habiendo terminado de comer, mi corazón me decía “comparte con ella”. Llena de miedo y la lengua como que no me ayudaba mucho para empezar a hablar jaja. No crean que fue tan fácil y tampoco crean que de un rato a otro ya podía hablar, les confieso que tenía una hoja escrita con los puntos principales de lo que iba a decir jaja. Al final de toda la historia bíblica y las preguntas que realicé, le pregunté “mazava gny tantara gny baiboly? (¿entendió la historia bíblica que le conté?)” ella respondió “claro, entendí todo. Usted es buena en malgache” pero eso no es todo, lo que me causó sorpresa no fue haberlo hecho en malgache sino ver la cara de esta señora llena de alegría al ver que alguien de otra cultura le haya contado esta historia en su propio idioma.



En otra ocasión, conté la historia de Nicodemo. Bueno esa historia la había planeado hacer en inglés pues aún me agota mentalmente el cambio de idioma de un rato a otro. Así que empecé a decirla en inglés cuando seguí hablando para dar la explicación comencé a hablar en malgache, las palabras venían a mi mente una tras otra, estaba confundida en ese momento porque sabía que debía hacerlo en inglés pero no pude. Los oyentes estaban con sus sonrisas de oreja a oreja y sus ojos brillaban. Ahí pude comprender que no hay nada mejor como hablarles en el idioma de sus corazones.


Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en nuevas lenguas; tomarán en sus manos serpientes; y, cuando beban algo venenoso, no les hará daño alguno; pondrán las manos sobre los enfermos, y estos recobrarán la salud. 

Marcos 16:17-18




OREMOS POR:
  • El estudio del idioma que lo retomaré en esta semana de Mayo. Que Dios me de sabiduría y que mi mente esté abierta a los cambios que pueden presentarse.
  • Que las semillas que se han compartido den frutos.
  • Que las personas como “C” y “T” sean convencidas y desafiadas por el mismo Espíritu Santo a compartir con otros acerca de Jesucristo. Que puedan ser discípulos que enseñen a otros.
  • Por más oportunidades para compartir el evangelio.
  • Por mi familia en Ecuador, mi mami está de cumpleaños en esta semana. Que Dios le regale un hermoso día a pesar de no estar con ella para celebrarlo.
  • Por más personas que se comprometan con Dios en orar y ofrendar por este ministerio.



AGRADECIMIENTOS:

  • Por las personas que continuamente oran por mí y el ministerio en Madagascar.
  • Por aquellos que siguen comprometidos en ofrendar, que Dios les multiplique aún mucho más de lo que dan.
  • Por aquellos que están pendientes de mí al enviarme saludos y mensajes de cariño. Que Dios bendiga ese don que tienen y que bendicen mi vida.