Polo* es un jóven que no conocía al Señor en lo absoluto. El apenas sabe leer pero gracias a que su pequeña va a la escuela él está aprendiendo mucho más. Polo le ayuda en las tareas escolares y ahora ha aprendido muchas sílabas. Su anhelo es saber leer de corrido y entender perfectamente lo que lee.
Cuando recién nos habíamos mudado necesitábamos a alguien que nos ayudase en la limpieza de las paredes de madera de la que sería nuestro nuevo hogar. Polo llegó por nuestra puerta y se puso manos a la obra. Seguido a esto, le dijimos que lo necesitaríamos para otras labores y efectivamente también le pedimos que nos limpie unos tanques en donde íbamos a almacenar el agua del pozo para nuestro diario vivir.
Es en este segundo encuentro que tratamos de hablarle acerca de Jesucristo y nuestro objetivo de vivir en Madagascar. El se sintió muy interesado en saber acerca del Señor y nos dijo que quería escuchar más. Nos pusimos de acuerdo y comenzamos a visitarlo.
La primera vez que Polo entró en contacto con Jesús, fue cuando escuchó la historia de Zaqueo. Aquel cobrador de impuesto que había robado a los pobres pero, al encuentro con Jesús, Zaqueo encontró la verdad que su alma estaba anhelando. Zaqueo se arrepiente de lo que había hecho de por vida y devuelve todo lo que había robado a los más necesitados. Zaqueo obtuvo la salvación a través de Jesucristo.
Esta historia impresionó mucho a Polo y ese día entregó su vida a Cristo. Seguidamente, le explicamos el gran paso que él había dado a través de versículos bíblicos. En nuestras siguientes visitas, Polo tenía una duda: se dió cuenta que a pesar de haber recibido la salvación había vuelto a pecar. Se comenzó a alejar un poco de nosotros. Un par de veces nos dijo que no podía estar en casa para la visita. Mientras tanto, nosotros estuvimos orando mucho por él para que Dios, en su amor, interviniera prontamente y esta semilla no sea quitada de él por el enemigo.
En la siguiente oportunidad que tuvimos de visitarlo, quisimos hacer un repaso de lo que habíamos hablado "la seguridad de la salvación", así fue nuestro diálogo:
Nosotros: ¡Hola Polo! ¿Eres salvo?(pensamos que diría algo como: "sí, porque Cristo murió por mis pecados")Polo: No estoy seguro que yo sea salvo 😢(léase con tristeza en su voz y rostro)Nosotros: ¿Por qué dices eso?Polo: Es que mi pecado es muy grande, soy un gran pecador.Nosotros: No hay pecado tan grande que la muerte de Cristo no la haya pagado en la cruz. Solo necesitas confesar nuevamente tu pecado como dice 1 Juan 1:9.
Después de leer el versículo, con una gran sonrisa dijo lo siguiente:
Polo: Ahora se que soy verdaderamente salvo. 💖
Actualmente, seguimos visitando a Polo y estamos poco a poco avanzando en los cimientos de la fe.
PEDIDO DE ORACION
- Sabiduría para entender la Palabra de Dios
- Disposición para recibirnos en su casa y para recibir la Palabra de Dios.
- Oportunidad de trabajo para él.
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