23 Cuando Abigail vio a David, enseguida bajó de su burro y se inclinó ante él hasta el suelo. 1 Samuel 25:23
Cuando leí este pasaje me quedé impresionada. Había leído la historia de Abigail muchas veces y lo que más había llamado mi atención era su sabiduría y abnegación. Una mujer bella e inteligente (v.3) pero además sabia y abnegada.
Hoy he vuelto a leer este mismo pasaje y me impresionó la audacia y el poder de persuasión de Abigail ante David. Me imagino a David lleno de rabia por la respuesta de Nabal al no querer brindarles comida a sus siervos pagándole mal a David después de tantos años que sus siervos cuidaron y protegieron las propiedades de Nabal (v. 21). Esta rabia llevaría a David a vengarse con sus propias manos y mancharse. Es ahí cuando aparece en escena ABIGAIL.
Desde el primer momento Abigail se armó de valor y audacia y se adelantó para encontrarse con David en el camino, sin dejarse embargar por el temor de que David estaba con rabia y que, tal vez, no escucharía razones y la mataría a ella primero. Abigail actuó rápidamente en todo el proceso, bajándose de su asno y arrodillándose delante de David lo que mostraría completa humildad y sumisión.
Su estrategia fue el sacrificio espontáneo llamado "abnegación" al punto de sacrificar su propia vida por los intereses de otros (su esposo Nabal y toda su familia). En ningún momento ella trata de defenderse para salvar su vida, por el contrario ella argumenta y asume la culpa de la actitud de Nabal con estas frases:
- Yo tengo la culpa...
- No haga caso del grosero de Nabal...
- Yo no vi a los mensajeros que ud envió...
Abigail persuade a David a cambiar los pensamientos de destruir toda la casa de Nabal haciédole ver la desventaja de mancharse las manos con sangre y haciéndole conocer a él que ella estaba de su lado rogando a Dios un mal término para los enemigos de David y todos aquellos que quieran hacerle daño (v. 26).
Finalmente, Abigail le da palabras de afirmación a David reconfirmando lo que el Señor le había prometido acerca del trono. El broche de oro de toda esta historia es que Abigail alcanzó el favor (su objetivo) de que David no les hiciera daño y es entonces que él dice: "Vuelve a tu casa en paz. Escuché lo que dijiste y no mataremos a tu esposo." (v. 35)
¿Acaso una "guerra" no se emprende con valor y audacia"? Esta era prácticamente una guerra que sólo la ganaría aquel que con valor y audacia la enfrentaría.
¿Te has encontrado en situaciones donde si no haces algo entonces ya estas vencido? ¿Tal vez quieres alcanzar tus objetivos pero los temores del "que dirán" o del "no saber cómo hacerlo" te frenan? Necesitas tomar la virtud de la AUDACIA para emprender acciones y la habilidad de PERSUASION para guiar el objetivo hacia tu terreno o hacia el lugar donde quieres llegar. Te garantizo que agarrado de la mano del Señor Jesucristo podrás lograr tus metas en especial si éstas glorifican Su Nombre en tu círculo de acción.
Excelente mensaje. Bendiciones.
ResponderEliminar