martes, octubre 09, 2018

Jul-Agt18: Carta de Noticias: Eben-ezer, hasta aquí nos ha ayudado Dios.

Entonces Samuel tomó una piedra, la puso entre los pueblos de Mispá y Sen, y la llamó Eben-ézer, pues declaró: «Hasta aquí nos ha ayudado Dios». Hizo esto para que todos recordaran cómo Dios los había ayudado.

1 Samuel 7:12




EBEN-EZER, HASTA AQUI ME HA AYUDADO DIOS
Esta frase se aplica tan real en mi vida ya que no puedo negar la presencia de Dios en todo tiempo durante mi estancia en Madagascar. Al dejar aquella maravillosa isla, lágrimas de tristeza y alegría corrían por mis mejillas. Tristeza por culminar una etapa, una historia con aquellas mujeres que ahora son parte de mi corazón y con quienes pude palpar su dolor, sus sufrimientos, sus necesidades, sus altos y sus bajos. 

Al llegar a Ecuador tuve un recibimiento increíble. Hubieron pancartas, flores, globos y muchos abrazos de personas que me aprecian verdaderamente y que vivieron desde lejos mi pasión por Madagascar. Puedo decir "Hasta aquí me ha ayudado Dios", porque no fui sola al campo de misión; por el contrario, El me proveyó de personas claves en las diferentes etapas de mi vida. Me siento tan agradecida de quienes también lloraron conmigo en tiempos difíciles y de aquellas que también estuvieron para hacerme reír y levantarme el ánimo. Este camino que inicié empezó con esfuerzo, una fe débil, temores, inexperiencia, retos, ciertas espinas, decepciones pero doy gracias al que me fortaleció, Cristo Jesús, quien sostuvo mi mano y alentó mi corazón para atravesar las pruebas que sirvieron para hacer lo que ahora soy. Dios me pulió, me pasó por el fuego, sacó las astillas que molestaban mi vida y ese proceso es doloroso. TODO fue necesario para servirle mejor, es necesario para alabarle sin jactarme en mis fuerzas, es necesario para reconocer que Su mano me llevó a una tierra desconocida pero que, así mismo, me devolvió a mi tierra. A Dios sea toda la gloria y honra!



Impacto Mundial y el equipo de misiones de Iglesia Galilea


 Mi madre con un efusivo abrazo y lágrimas. Te amo mami

Mi familia reunida en el aeropuerto


DESCANSO OBLIGATORIO

Es irónico pensar que en Madagascar nunca me enfermé a excepción de cuando fui contagiada por el virus del herpes zóster que es producido por la reactivación del virus de la varicela y que uno de los factores que causan este problema patológico es el estrés y alteraciones del sistema inmunológico. Y cómo no haber esperado esta enfermedad si antes de llegar a Madagascar pasé por un proceso de estrés al máximo con todo los papeleos, levantamiento de finanzas, despedidas, entre otros detalles. En todo caso, luego de este contagio no hubieron más enfermedades. Gloria a Dios! 

Ahora que estoy en el Ecuador empecé a sentirme delicada de salud. Mi propia comida ecuatoriana me estaba afectando el estómago. Cada vez que comía se me distendía haciéndome sentir llenura y otros síntomas. Así estuve casi un mes. Lo bueno de este tiempo es que pude descansar, leer y tener tiempos dulces con mi Padre Celestial. 


EL TRABAJO APENAS EMPIEZA
Ahora ya han pasado aproximadamente 2 meses de mi llegada y han comenzado las reuniones de rendición de cuentas de mi trabajo ministerial en Madagascar. Ha sido un proceso muy reconfortante tener oídos que se presten para escuchar mis historias. Los líderes de la organización a la que sirvo han hecho muchas preguntas acertadas. Ahora han terminado los debriefs y he comenzado mis visitas para saludar y agradecer a los amigos que me apoyaron.

Mi iglesia organizó un servicio dominical de recibimiento y llegada al país. Fue un honor estar ahí en mi iglesia alabando a Dios, me parecía un sueño estar nuevamente en aquel escenario. Me llamaron al frente para saludar formalmente a los miembros de la iglesia y agradecer. Pero la sorpresa que no me esperaba era que me entregaran un reconocimiento por la labor realizada en Madagascar. Aunque el reconocimiento físico es algo muy preciado en esta senda, más valiosa es la muestra de cariño de todos quienes estuvieron allí para abrazarme, apoyarme y darme palabras de aliento. 





ORA POR:

  • Mi salud para que Dios me cuide y proteja para que yo pueda seguir en su obra.
  • El sustento económico para mi y mi familia durante el tiempo que Dios me tenga por Ecuador.
  • Para seguir predicando la Palabra en las diferentes áreas de la iglesia.
  • Para movilizar a otros a ir donde no se ha escuchado el Evangelio de salvación.