jueves, enero 12, 2017

JUL-AGT16: Carta de Noticias: Los primeros meses


¡SALAMA!
(Hola en malgache)


Despedida en Ecuador
Despedirme de mi familia y amigos no fue sencillo, realmente fueron sentimientos encontrados que en muchas ocasiones no pude contener las lágrimas. Pero en medio de todo eso pude ver la bondad de Dios dándome una despedida hermosa con cada uno. No faltaron las invitaciones a comer, a conversar, pasar tiempo juntos y pude sentir el cariño de cada uno de ustedes. Dios me dio la mejor despedida que alguien pueda desear, esto llenó de paz y gozo mi corazón.



¡Ya un mes en Madagascar!

Parece increíble que ya tenga aquí un mes, el tiempo pasa volando. Doy gracias a Dios porque el viaje que tuve fue con mucha bendición aunque con dos retrasos en los vuelos, pero al final llegué en el momento que Dios lo había planificado.

En este mes he podido adaptarme a mi nuevo estilo de vida: desde ir al mercado a hacer las compras hasta caminar por largo tiempo debajo del sol incandescente que caracteriza a África. Así mismo, llevar una vida ordenada y planificada a fin de tener tiempo para estar en contacto con las personas de aquí, lavar mi ropa, asear la casa, tener mis devocionales, entre otras cosas.


Trabajo, vida y cultura
En estas primeras 4 semanas he podido colaborar y hacer amigos con adolescentes y jóvenes que estudian en un instituto de Inglés, quienes han aceptado recibir un estudio bíblico todos los viernes y es ahí donde compartimos historias Bíblicas de manera oral (no leyendo de la Biblia). El desafío consiste en que ellos puedan memorizar la historia de modo que compartan con otros sin olvidar palabras y eventos claves (Ver Memorizando la historia bíblica). Esto me ha permitido conocerlos un poquito más y aprovechar a hacer mis primeras preguntas acerca de sus creencias, su estilo de vida, familia, etc.

Al mismo tiempo estoy tomando clases del idioma malgache junto a unas misioneras americanas que también han llegado a la isla para estar 4 meses. Disfruto de cada palabra mal dicha y entre risas, con mis compañeras, podemos  ver que sí se puede jajaja.

La vida aquí en la isla es muy rústica y sencilla. Las personas no se preocupan por el tiempo, sólo viven lo que tienen que vivir por cada día, no piensan en el futuro que vendrá sino sólo se enfocan en el presente. Así como todas las personas, los malgaches han aprendido a vivir del comercio y de la pezca, en la mayoría de las casas (por no decir en todas) las personas tienen algo para vender en sus portales como vegetales o pescado.





Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo.


Filipenses 3:7


ORA POR...



  • Mi aprendizaje del idioma malgache. A finales de este año necesito poder comunicarme con fluidez para empezar el trabajo sin traductores.
  • El ministerio exacto en el que Dios desea que yo le sea útil a fin de establecer relaciones de amistad y empezar a evangelizar y discipular.
  • Los primeros contactos, personas que no conocen de Jesús que sean impactadas por el poder del evangelio y que ellos acepten el desafío de hacer discípulos en sus comunidades.
  • Mi acoplamiento con los líderes americanos que trabajan en este campo.
  • Sabiduría para cada una de las tareas que debo realizar día a día, para cada decisión que debo tomar y que involucra a los malgaches, para la administración del dinero, etc.
  • La salud de mi abuelita Beatríz (dolor de las rodillas) y mi tía María (soplo en el corazón). Que Dios obre un milagro en ellas.
  • El área emocional de mis padres Lupe y Jacinto, que ellos puedan confiar en que Dios tiene el control de mi vida aquí en Madagascar.
  • Oren por mí para que Dios me guíe y nada provenga de mis fuerzas, que su Nombre sea glorificado por donde mis pies vayan. Que Dios me hable cada día en medio del estrés por tantas actividades y responsabilidades para la extensión  Del Reino.



ENVÍENME SUS PETICIONES ESPECIFICAS. DE IGUAL MANERA CADA DIA ORO POR USTEDES.

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