google.com, pub-5695809074644983, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Diana en misiones: noviembre 2024

domingo, noviembre 17, 2024

Dulce retorno a Ecuador, nuestros primeros días

  DULCE RETORNO A ECUADOR

Jean & Diana Alexis

Misioneros en Madagascar

Recibimiento en el aeropuerto de Guayaquil Ecuador


Cuando abordamos ese avión parecía un sueño hecho realidad, sentí como si hubiese sido mi primer viaje en un aeroplano, la emoción me embargaba a mil y mi corazón latía rápidamente.

Esta vez sin imprevistos, sin retrasos, todo resuelto. Pareciera que Jean y yo estuvimos vestimos desde la noche anterior jajaja para estar listos a la mañana siguiente. No es chiste pero es nuestra anécdota, casi fue así. Llegamos con suficiente tiempo para realizar nuestro check-in. Como siempre, las preguntas para Jean no faltaron en el aeropuerto, en vez de asistentes de vuelo parecían policías secretos del FBI pero gracias a Dios pasamos la prueba. 

El viaje fue extremadamente largo, 39 horas de viaje: 29 horas entre las nubes y 10 horas de espera en tierra. Nuestros cuerpos totalmente molidos pero con la sonrisa de oreja a oreja. Definitivamente, Dios nos dio las fuerzas para lograrlo.

En el avión, nuestro primer tramo

ABRAZOS, SONRISAS, Y LLANTO

Al salir a la sala de recibimiento del aeropuerto de Guayaquil, la primera en recibirnos fue mi mami, ella con un lindo arreglo de chocolates y un globo de los colores de mi amada bandera ecuatoriana. Luego vimos a mi papi, con un globito de corazón en su mano. Verlos me llenó de alegría y satisfacción por la "misión cumplida".

Los abrazos de quienes nos fueron a recibir se hicieron presentes, familiares, amigos y conocidos. Todos estaban ahí para vernos. Volver a verlos fue una gran alegría, abrazar y descargar esa energía y amor que teníamos retenido durante años fue muy especial.


NUESTROS PRIMEROS ENCUENTROS

En la primera semana, como era de suponerse, la dedicamos para vernos con la familia y descansar. El sueño estaba presente en todo momento, aún sentíamos la cabeza mareada por los cambios de horarios entre Ecuador y Madagascar. 

Como buenos guayacos, lo que hicimos la primera mañana fue ir a desayunar encebollado, ¡qué delicia!

Comiendo encebollada como buenos guayacos
Mi papi nos invitó a comer encebollado



Después de eso, nos reunimos a almorzar fuera con la familia. También nos unimos con una amiga muy especial para Jean y para mí, Betsy, ella es nuestra amiga y hermana de Hawaii, quien nos recibió con unos collares de plumerias para nosotros dos. La pasamos increíble y disfrutamos mucho.


Almorzando con la familia
Con nuestra familia en nuestro primer almuerzo juntos


Fue grato para nosotros saludar a nuestra iglesia, ver a los hermanos en la fe que nos han acompañado durante todo este tiempo a través de sus oraciones. Estar en nuestra casa de oración nuevamente se sintió muy bien y reconfortante. 

Saludando en la iglesia CCG
Saludando en la iglesia

Tuvimos un desayuno con nuestro Pastor y su esposa como recibimiento en Guayaquil. Fue un tiempo donde compartimos fotos del ministerio en Madagascar, historias de nuestros discípulos malgaches, consejos ministeriales, entre otras cosas más. Un tiempo donde fuimos bendecidos en gran manera. 

Con nuestro Pastor y esposa de CCG
Con el Ps. Steven Morocho y su esposa Verónica

Hemos podido reunirnos con amigos y líderes que nos aprecian muchísimo. Dios ha sido bueno en todo este tiempo de vuelta a casa. 

líderes de ministerio Laurita y Alejandro Panchana
Con nuestros líderes de ministerio Laurita y Alejandro Panchana


Con la Familia Pazmiño
Con nuestros buenos amigos, la Familia Pazmiño


Pasamos dos días en la casa misionera de los Pastores de la Comunidad Cristiana Shalom quienes muy amablemente nos invitaron a descansar y pasar con ellos. Disfrutamos esos dos días conversando nuestras experiencias en Madagascar y orando por el ministerio que quedó sembrado allá. Damos gracias a Dios por ese tiempo maravilloso.

Nuestro paso por la casa misionera de Comunidad Cristiana Shalom
Nuestro paso por la casa misionera de Comunidad Cristiana Shalom


NUESTRA BENDICION EN CAMINO

Al llegar a Ecuador, Jean y yo no llegamos solos. Dios nos dió una gran sorpresa pues en las últimas dos semanas de preparación para nuestro regreso al Ecuador, Dios nos regaló nuestro bebé prometido. Habíamos estado esperando esa noticia desde el año pasado. Habíamos orado incansablemente por el fruto de nuestro amor y Dios había respondido esa oración tan noble que Jean y yo habíamos podido haber hecho. 


Dios no tarda! Todo estaba en el orden y en el momento preciso para recibir a nuestro pequeño. En el momento que habíamos terminado una gran tarea fuera de nuestro país, moldeados cada día por tan enorme responsabilidad de predicar el Evangelio. Habiendo recibido a tantos niños en nuestra casa, abrazado, besado, y amado a tantos y hermosos bebés africanos. Dios nos había concedido ahora tener al nuestro propio. Todo le estaba quedando perfecto a Dios. No nos estábamos quedando con las manos vacías después de decir adiós en el norte de Madagascar. Dios nos las había llenado para nosotros. ¡Qué bendición más grande!


Nuestra bendición de 5 semanas
Nuestra bendición de 5 semanas en Madagascar


UNA PRUEBA DIFICIL DE SOPORTAR

A veces pensamos que por ser cristianos no tendremos dificultades o desafíos que nos marquen la fe. Pensamos que todo será prosperidad, camino cuesta arriba, bendiciones, alegrías, en fin. Pero en nuestra historia, en la historia que Dios ha decidido escribir para nosotros no ha sido así. 


Luego de dos semanas de estar en Ecuador, fuimos a lo que sería nuestra primera consulta ginecológica. Llevamos a mi mami, la futura abuelita a ver a su nieto (a) esperado. Ya, preparada y recostada ahí, el doctor comenzó a indicar que no veía al bebé ni tampoco escuchaba latidos cardíacos. Sentí que mi mundo se venía abajo, mi cuerpo se puso helado y entré en pánico al pensar que mi bebé no estaba allí. Fue un momento muy fuerte y duro para mi después de estar tan ilusionada con la noticia de mi embarazo.

Momentos previos en la ecografía
Momentos previos a la revisión


En medio de todo, Dios me tenía sujeta de su mano. Nunca me soltó, y aunque sentí que me hundía al escuchar la frase "embarazo fallido" que pronunció el doctor, Dios estaba susurrando que eso no era el fin de todo. Lágrimas de dolor nos salían a mi mami y a mi. Jean estaba perplejo, enmudecido de la sorpresa y el dolor que nos embargaba. 


No quiero hacer toda una historia de esto, lo comparto con ustedes porque deseo hacerlo, y porque se que muchos nos están sosteniendo en oración y eso para nosotros es poderoso para no derrumbarnos.

"ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor". Romanos 8:39


Aunque es duro decirlo, estamos agradecidos de que Dios nos haya escogido como padres por tan solo 9 semanas para nuestro querido bebé. Se que lo veremos en el día final, esa es nuestra esperanza eterna. Jamás voy a olvidar a mi semillita ahí conmigo. 


LAS PRUEBAS NO LLEGAN SOLAS

Pareciera ser que Dios se hubiese ensañado con nosotros al empezar esta otra prueba luego del dolor tan grande de perder a nuestro bebé, pero no!

Luego de esa dolorosa noticia, y de haberlo confirmado, a través de exámenes de laboratorio que mostraban que la pérdida era inminente, no había duda que ya no había esperanza para pensar que aún estaba vivo dentro de mi. Ese dolor fue tan grande que provocó que mis nervios colapsen y a la noche siguiente me dio una parálisis facial dejando la parte izquierda de mi cara inmóvil. 


No se cómo contarles todo esto, ya llevo 8 días con mi rostro inmóvil (izquierdo) y virado de lado derecho, pues al hablar todo se tira para el lado que sí puedo mover. No puedo retener agua en mi boca, no puedo masticar al comer, mi ojo no se cierra por sí solo y me cuesta sonreír porque mis labios se viran. 

Parálisis facial
Parálisis facial: Tratando un poco de sonreir, aunque mi lado izquierdo está rígido


No quiero perturbarlos con esto que me está ocurriendo, no quiero entristecerlos al leer estas líneas, se que hay muchas personas que me aman, aman a mi familia y tal vez esto pueda hacer que haya muchas preguntas cuestionando a Dios, pero esa no es mi intención aquí. 

Quiero, más bien, animarlos a seguir avanzando el Reino de Dios. Quiero motivarlos a seguir confiando en Dios, a saber que El es todo amor y misericordia. ¿Cómo puede ser esto posible si me pasan todos estos eventos dolorosos? Esa noche que llegó la parálisis facial, lloré y me asusté mucho es verdad, pero el Espíritu Santo me infundió fuerzas y Jean y yo empezamos a orar y clamar a Dios por sanidad.

"estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo..." Filipenses 1:6


Personalmente, sentí que el corazón se me llenó de agradecimiento. Se que es algo imposible de creer pero así fue. En mi mente estaba una frase que he escuchado así: "Dios da las pruebas más desafiantes a sus mejores guerreros". No me siento la mejor guerrera, pero lo único que pude pronunciar en mi oración de clamor fue "gracias por escogerme para esta prueba tan difícil, yo te quiero servir así"


Finalmente, estoy tomando medicinas y aún no he recibido terapias físicas pero pronto les estaré informando acerca de esta nueva aventura en los caminos del Señor. 


ORA POR

  • El proceso de estadía en Ecuador, nuestro tiempo en familia, amigos e iglesia.
  • La salud de Diana, por pronta recuperación de la parásilis facial.
  • Nuestra salud emocional y espiritual a causa de todos los eventos de salud ocurridos ultimamente.
  • Dirección espiritual para los nuevos pasos que debemos tomar como familia y ministerial.